viernes, 26 de abril de 2013

Historia


El cristianismo ha tenido una extensa influencia de gran penetración en la sociedad, en su arte, lenguaje, política, leyes, vida familiar, fechas del calendario, música y en la manera misma en que pensamos, todo ha sido coloreado por la influencia cristiana por casi dos milenios. Por lo tanto, es importante que uno conozca la historia de la iglesia.




El Inicio de la Iglesia

La iglesia comenzó 40 días después de la resurrección de Jesucristo (35 d.C.). Jesús había prometido que Él edificaría Su iglesia (Mateo 16:18), y con la venida del Espíritu Santo en el día de Pentecostés (Hechos 2:1-4), la iglesia (la “asamblea de los apartados”) se inició oficialmente. Tres mil personas respondieron al sermón de Pedro ese día y decidieron seguir a Cristo. 

Los primeros convertidos al cristianismo fueron judíos o prosélitos del judaísmo, y la iglesia estaba centrada en Jerusalén. Por esta razón, inicialmente el cristianismo fue visto como una secta judía, semejante a los fariseos, saduceos, o esenios. Sin embargo, lo que los apóstoles predicaban era radicalmente diferente de lo que otros grupos judíos estaban enseñando. Jesús era el Mesías judío (el Rey ungido) quien había venido para cumplir la Ley (Mateo 5:17) e instituir un Nuevo Pacto basado en Su muerte (Marcos 14:24). Este mensaje, con su carga de que ellos habían matado a su propio Mesías, enfureció a muchos líderes judíos, y algunos, como Saulo de Tarso, tomaron acciones para acabar con “el Camino” (Hechos 9:1-2)

Es muy adecuado decir que el cristianismo tiene sus raíces en el judaísmo. El Antiguo Testamento proporcionó el fundamento para el Nuevo, y es imposible comprender plenamente el cristianismo, sin un conocimiento básico del Antiguo Testamento (ver los libros de Mateo y Hebreos). El Antiguo Testamento explica la necesidad de un Mesías, contiene la historia del pueblo del Mesías, y predice la llegada del Mesías. En consecuencia, todo el Nuevo Testamento trata la llegada del Mesías y Su obra de salvarnos del pecado. En Su vida, Jesús cumplió más de 300 profecías específicas, probando que Él era Aquel de quien el Antiguo Testamento había profetizado.


El Crecimiento de la Iglesia Primitiva

No mucho después de Pentecostés, las puertas de la iglesia fueron abiertas a los no-judíos. El apóstol Felipe predicó a los samaritanos (Hechos 8:5), y muchos de ellos creyeron en Cristo. El apóstol Pedro predicó a los gentiles de la casa de Cornelio (Hechos 10), y ellos también, recibieron el Espíritu Santo. El apóstol Pablo (el antes perseguidor de la iglesia) esparció el evangelio por todo el mundo greco-romano, llegando tan lejos como a la misma Roma (Hechos 28:16) y posiblemente todo el camino hasta España.


El Surgimiento de la Iglesia Romana

Entonces, en el 312 d.C., el emperador romano Constantino, declaró haber tenido una experiencia de conversión. Cerca de 70 años después, durante el reinado de Teodosio, el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano. A los obispos les fueron asignados lugares de honor en el gobierno, y para el 400 d.C., los términos, romano y cristiano, fueron virtualmente sinónimos.


La Edad Media

Durante la Edad Media en Europa, la Iglesia Católica Romana continuó manteniendo el poder, con los papas reclamando autoridad sobre todos los niveles de la vida y viviendo como reyes. La corrupción y la avaricia eran comunes en el liderazgo de la iglesia. De 1095 a 1204, los papas apoyaron una serie de sangrientas y costosas cruzadas en un esfuerzo por repeler los avances musulmanes y liberar a Jerusalén.


La Reforma

A través de los años, muchos individuos habían tratado de llamar la atención a los abusos teológicos, políticos y de derechos humanos de la Iglesia Romana. Todos habían sido silenciados de una u otra manera. Pero en 1517, un monje alemán llamado Martín Lutero, se levantó contra la iglesia, y todos lo escucharon. Con Lutero vino la Reforma Protestante, y la Edad Media llegó a su fin.


La Era de las Misiones

De 1790 a 1900, la iglesia mostró un interés sin precedentes en el trabajo misionero. La colonización había abierto los ojos a la necesidad de misiones, y la industrialización había proporcionado a personas que proveyeron los fondos para financiar a los misioneros.


En la actualidad, la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Oriental Ortodoxa, han dado pasos para arreglar su rompimiento de relaciones, así como los católicos y los luteranos. La iglesia evangélica es fuertemente independiente y firmemente enraizada en la teología reformada. La iglesia también ha visto el surgimiento del Pentecostalismo, el movimiento carismático, el ecumenismo y varias sectas falsas. 

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